En 2004, el director/guionista Guillermo del Toro hizo del monstruo-héroe creado por el dibujante Mike Mignola, una estrella del cine con “Hellboy” (la película) que no tardó en convertirse en un éxito gracias a su contenido lleno de humor, acción e ingeniosos efectos especiales. Ahora esta de vuelta con “Hellboy II: El Ejercito Dorado”.
Hellboy (Ron Perlman) lucha al lado de los buenos cuando lo requiere la ultra secreta Agencia de Investigación y Defensa Paranormal (una agencia clandestina creada en 1943 por el presidente Roosevelt, que usa tecnología secreta, fuerzas misteriosas y una red de agentes con poderes sobrenaturales para defender al mundo contra otros seres sobrenaturales más violentos). Sin embargo, él prefiere relajarse con un buen puro, unas cuantas cervezas, su piroquinética novia Liz Sherman (Selma Blair) y sus numerosos gatos. Pero el destino tiene otros planes para ellos.
Cuando se rompe la antigua tregua entre los seres humanos y los primeros hijos de la Tierra, el infierno se apodera del mundo. El anárquico príncipe del mundo subterráneo, Nuada (Luke Goss), se ha cansado de inclinarse ante los seres humanos y se le ocurre despertar a un ejército de máquinas asesinas y con semejante ayuda, volverá a apoderarse de lo que fue suyo. Por fin, las criaturas mágicas podrán pasearse por la Tierra a su antojo. Sólo Hellboy es capaz de detener al oscuro líder y salvar al mundo de la aniquilación. Bueno, con una ayudita de sus amigos: el brillante y acuático miembro de la Agencia, Abe Sapien (Doug Jones); el burócrata Tom Manning (Jeffrey Tambor) y el padre adoptivo y salvador de Hellboy, el profesor Trevor Broom (John Hurt).
La terrible sed de venganza que anima a Nuada no es compartida por su compasiva gemela, la etérea y bella princesa Nuala (Anna Walton). Roy Dotrice interpreta a su preocupado padre, el rey Balor, y Brian Steele es Mr. Wink, el sicario del príncipe. Como dato interesante, hay que mencionar que Doug Jones, un artista de movimiento corporal, también interpreta a varios personajes más, como el Chambelán y el Ángel de la Muerte.
Para librar esta batalla, la Agencia deberá viajar entre el mundo de los humanos y el mundo mágico oculto, donde reinan las criaturas de la fantasía. Hellboy, con un pie en ambos mundos, pero rechazado por los dos, deberá escoger entre la vida que conoce y el destino desconocido que le llama.
Las primeras aventuras de Hellboy fueron publicadas en 1994 por Dark Horse Comics. “Hellboy es el típico trabajador, un plomero o un electricista, que aparece con su caja de herramientas y pregunta: ‘¿Dónde está la avería?’, y acto seguido la arregla. Pero, por mucho que le pese, es investigador, y su método se limita a golpear vivo al primer monstruo que se le cruza” dice el director que sorprendió a Mignola (convencido de que este cuento de antihéroes se quedaría eternamente en los comics) “Él no creía que Hellboy podía ser una película, y cuando se tocaba el tema, siempre pensaba: ‘Ya, seguro, mucha suerte’. Pero cuando nos conocimos, supo que si había alguien capaz de llevarlo a la pantalla, era yo. Los dos decidimos inmediatamente que Hellboy no podía ser otro que Ron Perlman”.
En un mundo de héroes tan impecables como apuestos, y que blanden los valores americanos a modo de espada, fue una bocanada de aire fresco para los espectadores que el bueno fuera... tan feo. El productor Mike Richardson explica:
Hellboy no es el superhéroe tradicional. El personaje tiene cuernos y rabo. Se corta los cuernos para parecer más humano, pero sigue teniendo aspecto de un diablo. Este héroe pertenece a la clase trabajadora y sólo quiere ser uno más”.
Durante los cinco años que tardaron en desarrollar Hellboy, los productores no abandonaron el objetivo: “En ese periodo recibimos varias ofertas para dirigir el proyecto”, recuerda el productor Lawrence Gordon, “pero pasaron unos cinco años antes de que Guillermo tuviera el peso comercial para que consiguiéramos hacer la película tal como la había imaginado. Su credibilidad artística y el éxito de los filmes que había dirigido (”El espinazo del diablo” y “Blade II”) fueron la clave”.
Revolution Studios, en asociación con Dark Horse Entertainment, Lawrence Gordon Productions y Starlite Films produjeron la primera película, Fue todo un éxito comercial con una recaudación de cien millones de dólares en la taquilla mundial, sin contar las enormes ventas de las versiones en DVD y la variada mercadería (juguetes, ropa, etc.).
Gracias a estas cifras se decidió hacer un segundo capítulo del demoníaco héroe. Pero debido a ciertos cambios en la industria cinematográfica, “Hellboy II: El Ejército Dorado” se instaló en un nuevo estudio. “Al cerrar Revolution, pudimos realizar la secuela en Universal, donde se había empezado a desarrollar el proyecto original”, dice el productor Lloyd Levin. “La idea de realizar la secuela en Universal nos entusiasmó porque nos gustaba que Hellboy pasará a formar parte del legado de monstruos famosos de Universal”.
Pero esta vez, Guillermo del Toro quería contar la historia de Hellboy a una escala mayor, incluir más criaturas del universo de Mike Mignola y llevar a Hellboy a rincones oscuros del mundo fantástico. Como de costumbre, del Toro diseñó muchas criaturas de la noche para ser encarnadas por actores cuyo físico cambiaría con prótesis. Los marionetistas aumentarían el alcance de sus movimientos mediante animatronicos telecontrolazos. Este universo requiere que las criaturas tengan un potente componente físico. Sobre todo cuando algunos entes han surgido de la imaginación del director, como el troll Wink, el fiel secuaz del príncipe Nuada, o el temible Ángel de la Muerte. Al escribir el guión, del Toro era consciente de que debería recurrir a los efectos digitales para suplir a los efectos especiales en algunos momentos. Double Negative Visual Effects se unió al equipo para realizar su visión del despiadado y robótico Ejército Dorado, creado hace más de mil años por el rey Balor, el líder manco de Bethmoora, así como la imparable criatura Elemental y otros seres fantásticos.
La historia de “Hellboy II: El Ejército Dorado” es más densa que la de “Hellboy”. “La mitología y el folclore siempre han estado presentes en los comics de Hellboy, esta vez no tenemos a Rasputín, a los nazis, a científicos locos y cosas al estilo H.P. Lovecraft, porque decidimos ir directamente a lo sobrenatural” explica Mignola..
Después de crear la historia con Mignola, del Toro tardó dos años y medio en escribir el guión: “No era necesario recapitular ni explicar los personajes. Es una historia completamente nueva, un cuento de hadas oscuro y conmovedor. Por muy melodramática que sea la trama de una película, cobra otro sentido cuando los protagonistas son monstruos. Me gusta que en estas historias situadas en un universo irreconocible aparezcan emociones humanas muy reconocibles”.
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